José Luis
Puntualmente mi cerebro responde a mis instintos. Son las seis de la mañana del primer sábado de Febrero y aun reina una total oscuridad en el exterior. Me revuelvo en la cama, estoy desnudo, caliente, abrazado a mi almohada. Doy varias vueltas mientras se borran de mis ojos los últimos vestigios del sueño. Enciendo la lámpara de la mesilla y un chorro de luz ilumina sus fotos. Tres retratos me sonríen, me observan. Los tome en una playa, en el cuarto de baño y en la terraza, en todos aparece desnuda: los pechos al aire, la boca entreabierta, los ojos risueños, los pezones grandes y negros. Un pañuelo en una, un sombrero en otra y una toalla en la última, adornan su cabeza. Me siento en la cama. Mi mano acaricia mi sexo, lo frota, hace que tome vida, que gane grosor, turgencia. En San José serán las 11 de la noche del viernes y Sonia estará en la cama, desnuda, jugueteando con su clítoris. Marco...07-506-225..., un solo timbrazo.... su voz.
.- Mi vida, ¿como estas?
.- Muy bien, y ¿tu?
.- Esperando la llamada, un poquito dormida.
Mientras hablamos de nosotros, de nuestra vida, de lo que haríamos y de lo que hacemos, me voy excitando. Mis dedos se aferran a mi pene, lo friccionan, acarician mi culito, mis ojos se ceban en sus pechos.
.- ¿Que haces?
.- Acariciarme, pensar que eres tu quien recorre mi cuerpo.
.- Yo hago lo mismo, me toco, me excito para ti.
.- Me estoy metiendo los dedos en la vagina, en el culo. Estoy muy mojada. Ahora me llevo los dedos a la boca, son como si fuera tu pi-pi, como si te lo estuviera chupando, siento su sabor.... Me estoy tocando el clítoris, estoy empapada..., pienso que me penetras..., que te chupo..., que cubres todos mis huequitos....
.- Mi vida, yo también estoy nerviosismo, me ensalivo la mano, la paso por mi pene, como si fuera tu boca..., la subo, la bajo sobre él, es para ti, esta como a ti te gusta.
.- Me estoy tocando las tetitas, me pellizco los pezones, están duros....Necesito algo entre las piernas, en mi vagina, en mi boca.... Quiero tu sexo en mi coño, entre mis dientes, lo quiero todo a la vez.
.- Acabo de meterme el dedo en el culo. Quiero que me lo chupes, quiero chupar tu vagina.
. - Estoy encima de la cama, desnudita para ti, tocándome toda, a punto de correrme, estoy muy húmeda, deseo que me veas, que alguien vea como me estoy masturbando.
.- Si, mi vida, yo también estoy como tu y deseo que me mires, que veas como me hago cariñitos.
.- Piensa que me están viendo, que a mi alrededor hay gente y ven como me masturbo hablando contigo por teléfono, me ven sin poderme tocar, como si estuviera en un escenario, como si detrás de los cristales del dormitorio los ojos de mis amigos me mirasen. Me voy a correr.
.- Yo también, mi vida, ya, ya..., me estoy corriendo, restriego mi semen por mi cuerpo, por mi barriguita..., me chupo los dedos.
.- Y yo, mi amor, me corro, me corro para ti, me deshago.... Te adoro. ....... . ¿Como estas?
.- Muy bien, ¿y tú?
.- También. Duérmete muy rico.
.- Tú, sueña conmigo, con el amor que hemos hecho, con todo lo que gozamos.
.- Chiao
.- Chiao
Apago la luz y me duermo
Hace sol, estamos tumbados en la cama, desnudos, solos, sin nada que hacer. Llaman al teléfono y lo coge ella. No se quien es ni que quiere. Yo deseo, de pronto, jugar con su cuerpo, excitarla mientras habla .Esta sentada dándome la espalda. La abrazo, le cubro los pechos con las manos, le acaricio los pezones. Hace un movimiento para evitarme pero yo sigo. La quiero masturbar mientras habla, la quiero poseer, deseo oírla hablar mientras ambos nos corremos. La tumbo. Mi lengua recorre su cuerpo, degusta su clítoris.
.- Si, bueno, ya lo veré.... Déjame dice bajito mientras mis dedos se hunden en su vagina.
.- No, digo, voy a masturbarte.
Se deja. Abre las piernas y mi lengua absorbe de nuevo el jugo de su sexo. Esta húmeda, muy húmeda.
.- Mañana te lo daré, susurra al auricular.
Mis dedos entran, a la vez, en su coño y en su culo, los friccionan, siento el temblor de su cuerpo.
.- Te llamaré, te llamaré luego....
Su voz es un murmullo mientras un chorro de líquido discurre por mi boca. Cuelga y cierra sus piernas sobre mi cabeza.
.- Eres muy malo, muy perverso.
.- Tu eres maravillosa, mucho mas que Boo Derek cuando hacía lo mismo en la película: "10 La mujer perfecta", ella no se corría tan rico como tu, le digo.
No se con quien hablaba. Nos dormimos de nuevo.
Amanece. El sol empieza a iluminar la habitación, miro sus fotos y sonrió, se que ella, muy lejos, en su cama, hará lo mismo.
Sonia Hace más de una hora que ha amanecido. Cualquier otro día estaría levantada preparando el desayuno, pero hoy es domingo y puedo "perecear" lo que quiera. Las siete y media, en Madrid serán la catorce treinta, habrá pasado ya casi medio día. Me arrebujó entre las sábanas. Estoy desnuda, soñolienta, sin ganas de hacer nada. Me acaricio el sexo y lo noto seco, como siempre a estas horas, como si le costase también empezar a sentir. José Luis habrá terminado de comer, habrá recogido los platos, la cocina, estará a punto de irse a dormir la siesta, esperará mi llamada. Marco: 0034 - 8 -223... .
.- Hola vida, ¿como estas. Aquí hace muy buen día, he ido a nadar por la mañana, he almorzado y ahora estaba en la cama.
.- Dormidita, aun estoy muy dormidita.
.- Y también desnudita.
.- Si, desnudita para "vos".
.- No tonta, para los dos, yo también estoy "chinguito" para que me comas.
.- Si mi vida, como todas las mañanas, tu tan activo y yo tan seca.
.- Ya te mojaras, mi vida, chúpame mucho.
.- Si mi amor, siente como mi boca te ensaliva para que puedas penetrarme.
.- Estoy muy excitado.
.- Angelito, quiero que te corras, mira mis fotos, piensa que te estoy chupando, que me estoy metiendo los deditos en la vagina, que luego me masturbaré en la ducha pensando en ti, tu córrete ahora muy rico, hazte muchos cariñitos, piensa que veo como te tocas, que te estoy fotografiando, que estoy ante ti para beberme tu semen.
.-Si, si,..., estas aquí, me estas viendo, me voy a correr..., me estoy corriendo....
.- Si, así, muy rico, todo para mi. Duérmete, sueña conmigo.... Chiao.
Empiezo a despejarme. Estoy febril. Salgo de la cama, me enfundo en una camiseta y voy a la cocina a preparar el café. Ayer salieron todos de casa, tengo toda la mañana para mí, para mis "matas", para mis orquídeas, para él. Desayuno. Lleno la bañera. Pongo aceite, esencia. El agua esta tibia, la espuma cubre mi cuerpo, mi cabeza descansa sobre el borde, me dejo ir, me relajo, empiezo a acariciarme. Mis pechos, mis pezones, mi clítoris.... Me adormezco, floto. Quito el tapón, la espuma se diluye, mi cuerpo aparece entre ella, cubierto por ella, oloroso, cálido. Dirijo hacia él el chorro de la ducha, al agua me acaricia, repiquetea en mi piel. Abro las piernas. Cientos de gotas rompen contra mi sexo, excitan mi clítoris. Estoy tumbada uso la ducha como un vibrador enorme. Siento mi humedad interior. No me toco, solo el agua tibia golpea mi coño, lo activa, abro mas las piernas el agua me excita, el placer me inunda, tiemblo, me corro dulcemente. Quedo sobre la bañera. El sol entra por la claraboya y me siento invadida de quietud.
Sigo ardiendo. Vestida con una camiseta, sin bragas ni sujetador, tentando al destino que, con un golpe de aire o con un movimiento brusco, pueda dejar al descubierto mi culito, salgo al jardín. Barro las hojas caídas, ordeno los tiestos, riego el césped, saco a la calle la basura, por último, me centro en las orquídeas. Debo "chinearlas", enseguida empezaran a florecer. Las abono, las fumigo con insecticida. Noto, al agacharme, como el sol calienta mis piernas, mis pantorrillas, el comienzo de los glúteos, sin duda la camiseta apenas si los tapa. No me importa, no hay nadie que pueda verme. Me estiro para regar las "matas" mas elevadas y compruebo que, efectivamente, mis nalguitas quedan al aire.
.- Buenos días, D.ª Sonia.
Giro y veo a mi espalda al jardinero. Es imprevisible. Cuando lo necesito no aparece y cuando deseo estar sola surge como por encanto.
.- Buenos días, respondo con desgana.
.- Pasaba por aquí y al verla trabajar pensé que tal vez podría necesitarme. Si quiere puedo empezar a cortarle el "zacate" y mañana se lo termino.
Lo normal es que al cruzar ante la puerta viera parte de mi culito, y ante tal visión se ofreciera gentilmente a ayudarme.
.- Bueno, pase, rastrille el jardín y saque la maleza, le digo.
Pensé que la eventual contemplación de mi cuerpo no le vendría mal a sus años. Pobre, después de tanto tiempo, un buen día tenía la posibilidad de ver a la señora de la casa medio vestida o mejor dicho, medio desnuda, porque no darle esta satisfacción. A mi, solo la idea que en un mal movimiento pudiera verme el trasero, ya me excitaba. En ese momento pienso enseñárselo, pero, como si no me diese cuenta.
Entro en casa, pongo dos tazas de café, le ofrezco una, lo dejo entre los arbustos rastrillando y vuelvo a centrarme en las orquídeas. Estoy indecisa. No sé si me mira o no, si rastrilla hacia mi o de espaldas a mi. Siento mi cuerpo desnudo bajo la camiseta, el aire fresco entre mis piernas. Quiero y no quiero estirarme para regar las "matas " mas elevadas. Se que si lo hago parte de mí quedará al descubierto, que mi culito será perfectamente visible. Varias veces inicio la elevación de mis brazos y varias veces me detengo. ¿Que dirá? ¿Que pensará? Me decido. Estiro las manos hacia arriba y la camiseta se levanta automáticamente. ¿Estará mirando? ¿Me verá? Me mantengo así unos segundos yluego vuelvo a mi posición normal. Me giro y lo veo de espaldas. ¿Me habrá visto? No parece alterado. Vuelvo a las orquídeas. Me agacho y de nuevo mi culito queda al descubierto. No me importa. Durante casi una hora me dedico a las flores y durante ese mismo tiempo trece o catorce veces noto que mis nalguitas son claramente visibles o sea que estoy, como quien dice, desnuda de cintura para bajo. Al terminar me dirijo a él.
.- Cuanto le debo, le digo, es tarde y hay que irse a almorzar.
.- Nada, nada, D.ª Sonia, he estado encantado ayudándola.
Esta nervioso, acalorado, torpe. Sin duda mis encantos le han alterado. Efectivamente, durante la última hora no ha hecho otra cosa que recrearse conmigo.
Me gustaría hablar con José Luis, estoy húmeda y necesito su voz para volver a masturbarme. Me desnudo y me tumbo en la cama. Suena el teléfono, lo cojo instintivamente.
.- Diga.
.-¿ Sonia? Soy Marta.
Vaya por Dios, pienso, quien menos necesitaba.
.- No te molesto, verdad.
.- No, no, que quieres.
Empiezo a acariciarme mientras ella habla de su casa, de Nidia, de sus hijos, del tiempo. Me masturbo oyendo su voz, escuchándola como si fuera un observador anónimo. Mi clítoris responde al instante, mi vagina se humedece permitiendo que la invada. Me pellizco los pezones, chupo mis dedos, oigo voz lejana y siento como mi cuerpo se enerva, se sacude de placer. Hubiera deseado tener un vibrador e introducírmelo entre las piernas, besarlo, metérmelo por el culo, sentir en el los espasmos de mi esfínter. Me corro violentamente.
.- Bueno Sonia, estas de acuerdo, quedamos mañana.
.- Si Marta, hasta mañana.
Cuelgo. No se de que hemos hablado pero estoy bien, muy bien. Me duermo al instante.
Nos separan casi 13.000 Km., vivimos horarios diferentes, climatologías distintas y sin embargo, seguimos amándonos. Intentamos gozar a distancia, recrearnos con nuestra voz, con nuestros cuerpos, con nuestras vivencias compartidas. Gozamos con un sexo frío, en el que, para ser real, solo falta el contacto. Es autentica la sincronización de nuestras mentes, los espasmos de placer, el cansancio, el clímax, pero,... falta algo : unos labios bebiendo en otros labios, un sexo entrando en el otro, un roce de cuerpos, un sudor, una humedad..- Hola, como estas?.- Muy bien, y tú?” Es el preludio de un momento de amor, el afrodisíaco que enciende nuestras mentes, la chispa que nos mantiene vivos, haciéndonos pensar en algo que se hará realidad cuando nos fundamos en un solo ser, cuando la carne del uno invada la del otro, cuando las palabras ya no sean necesarias y los hechos ocupen todo nuestro espacio vital.
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